Enrique Escamilla
Estamos próximos al cierre de una administración presidencial con mucha polémica, pero que sin duda pasará a la historia por las grades transformaciones que generó en el país. Aún con una muy baja popularidad, el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto logró impulsar muchas actividades en favor del desarrollo de México.
Desde el Pacto por México, la presidencia de Peña logró establecer las bases para construir acuerdos, respetando las diferentes ideologías, pero procurando siempre el bienestar mayor. En acuerdo con la mayoría de los partidos y sus representantes, el gobierno concretó grandes acciones que hoy se ven reflejadas en un mejor país.
La reforma en telecomunicaciones llegó para regular a favor del consumidor a los prestadores de estos servicios, no imponiendo, sino acordando mejores y más servicios a mejores precios para todos.
La reforma educativa vino a terminar decenas de años de control absoluto sindical en la materia, estableciendo programas de mejora para las escuelas y para los maestros. De nueva cuenta no se trató de imponer de golpe, sino de convencer a la mayoría de los maestros de que esto era necesario por el bien del país.
La reforma energética permitió a México ponerse a la altura de países de primer mundo como Estados Unidos, en un escenario que exige a los países acelerar las condiciones para buscar energía más eficiente, de menor costo y sustentable con el medio ambiente. La participación de la iniciativa privada es fundamental para poder lograr esto.
El empleo generado en el sexenio de Peña ha cumplido con las necesidades del crecimiento nacional, además de que las grandes empresas han sido motivadas para generar no solo más, sino empleos mejor pagados.
El inicio de la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México es uno de los proyectos más ambiciosos que el gobierno llevó a cabo, y esto ha logrado posicionar a nuestro país como uno donde el desarrollo está latente y a la altura de las mejores economías del mundo.
Es cierto, e inevitable decir, que así como hubo campos en donde se generaron avances importantes, hubo otros donde queda mucho trabajo por hacer. El tiempo es finito y no permite pausas, las prioridades se establecieron y se trabajó arduo para poder tener hoy un mejor México que hace 6 años.
Por esto, lo justo es decir, gracias Peña.
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