Enrique Escamilla Cantú

Hace no mucho tiempo, Bitcoin parecía una curiosidad digital, algo reservado para especuladores o "geeks" de la tecnología. Hoy, esa percepción ha quedado atrás. Desde fondos institucionales como BlackRock hasta empresas como Tesla, MicroStrategy y Square, las grandes ligas ya están dentro. Y si ellos —con acceso a los mejores analistas y modelos financieros— están invirtiendo, ¿por qué no deberías al menos investigarlo tú?

En la economía digital, ignorar Bitcoin ya no es neutral: es una decisión con implicaciones.

 

1. La adopción institucional

En enero de 2024, la SEC aprobó por primera vez una serie de ETFs de Bitcoin al contado en Estados Unidos. BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, lanzó el iShares Bitcoin Trust (IBIT), abriendo la puerta para que millones de inversionistas accedan a Bitcoin de forma regulada. Al 5 de mayo de 2025, el fondo ya supera los 52 mil millones de dólares en activos, según Cryptoslate.

Además, empresas como MicroStrategy han adoptado BTC como eje financiero. Su CEO, Michael Saylor, ha convertido a la firma en el mayor tenedor corporativo de Bitcoin del mundo, con más de 555,000 BTC, valuados en 52 mil millones de dólares, con una ganancia no realizada cercana a 14 mil millones, según Coindesk y Blockchain.News al 5 de mayo del 2025.

Pero más allá del respaldo institucional, hay una razón de fondo por la cual Bitcoin sigue ganando terreno entre inversionistas: su escasez y descentralización.

2. Una reserva de valor

Ante la impresión monetaria masiva, la inflación persistente y la deuda pública creciente, muchos inversionistas buscan activos no correlacionados con los mercados tradicionales. Bitcoin ofrece eso: una reserva digital de valor.

De acuerdo con Fidelity Digital Assets, una asignación pequeña a BTC —entre 1% y 5%— en portafolios diversificados puede mejorar el rendimiento ajustado al riesgo.

En México, Ricardo Salinas Pliego, uno de los empresarios más influyentes, declaró en marzo de 2025 que el 70% de sus inversiones líquidas están en Bitcoin, y el resto en oro y acciones propias.

A nivel global, Anthony Scaramucci, fundador de SkyBridge Capital, pronostica que Bitcoin alcanzará los 200,000 dólares en 2025. Su fondo cripto obtuvo un 74% de rendimiento en 2024.

Estas posturas reflejan cómo líderes empresariales están apostando por BTC como estrategia de largo plazo.


3. No se trata solo de dinero, sino de soberanía financiera

Invertir en Bitcoin no es solo una decisión financiera, también es una postura filosófica. Representa una arquitectura descentralizada que no depende de gobiernos ni bancos centrales. En países con inflación o control de capitales, ya funciona como herramienta de libertad.

Incluso en México, plataformas como Bitso y Strike facilitan su adopción y uso cotidiano.

 

Conclusión

Bitcoin ya no es moda. Es una realidad respaldada por gigantes. No se trata de apostar todo, pero ignorarlo —en pleno 2025— es como haber ignorado Internet en el año 2000. En la economía digital, tener alternativas no solo es inteligente: es una forma de poder.