La elecciones de gobernadores en los tiempos de López Obrador han traído, entre otras cosas, suspicacias por parte de algunos ciudadanos. Una de ellas es la relacionada con la postura de algunos gobernadores de la oposición que han perdido las elecciones ante el partido Morena, el partido del presidente.

Sobre todo de aquellos gobernadores que una vez que perdieron han sido invitados a formar parte de la actual administración federal. De ellos se sospecha que hayan, de alguna forma, negociado, de pensamiento, palabra, obra u omisión, la derrota de su partido a cambio de algunas consideraciones por parte del ejecutivo federal.

En ese contexto, suena interesante la postura de Miguel Riquelme, gobernador del Estado de Coahuila, entidad que tendrá elecciones, el próximo año, en donde se renovará el ejecutivo estatal así como su congreso.

En el marco de la Trigésima Tercer Sesión Extraordinaria del Consejo Político Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Coahuila, donde tomaron protesta a los 38 Comités Municipales y frente a más de 35 mil priistas, Riquelme afirmó: “Aquí en Coahuila no se jugará con el destino de nuestro estado, no se negociará nada, ni con embajadas ni con otra cosa, yo seguiré siendo priista toda mi vida”.

Con lo dicho, el gobernador coahuilense mandó un gran mensaje no solo a la clase política priista, sino a los electores en general: en Coahuila el gobernador no caerá en tentaciones individualistas y privilegiará el bienestar colectivo.

 

Por otra parte, basado en el hecho de que en 2020 su partido ganó 16 de 16 diputaciones locales y en el 2021 ganó 25 de 38 municipios, con lo cual gobierna el 80 por ciento de la población, Riquelme se dijo seguro que este mismo PRI obtendrá la victoria “estoy seguro ganará la gubernatura en 2023”.

Al referirse a los resultados electorales del pasado 5 de junio, señaló que estos dejan varias experiencias, en principio: la intromisión del Gobierno Federal, la manipulación de los programas sociales y la desesperación por aniquilar a los adversarios a cualquier costo.

Pero también nos confirman, dijo Riquelme, que estados como Durango que son nuestros vecinos están en pie de lucha junto con Coahuila por la seguridad, la reactivación económica y las oportunidades para nuestra gente.

Al dirigirse a su auditorio, afirmó, “esta militancia se ha forjado con una labor persistente, metódica y disciplinada. Actuamos en consecuencia y sabemos hacer las alianzas para operar con estrategia”, para en seguida enfatizar: “Por eso, sé muy bien que le vamos ganar al partido de las corcholatas, al partido que sólo intenta desacreditar con chantajes; que ha formado su discurso con base en la denostación pública y al abuso clientelar de los programas sociales, los cuales son un derecho plasmado ya en la Constitución”.

Riquelme planteó que en Coahuila se construye, no se destruye; aquí caminamos juntos, unidos y fuertes. Por eso en esta tierra el discurso del odio y la división se topará con el voto razonado de los coahuilenses.

“El discurso que abraza al crimen y ataca al que trabaja y produce, es el discurso de la amargura y el resentimiento”.

“Aquí le vamos ganar a Morena; a la buena; al tú por tú, con las estrictas reglas de la democracia; garantizando la libertad y los derechos políticos de los electores y el próximo año, una persona emanada del PRI, asumirá la responsabilidad de gobernar el Estado por el voto de las y los coahuilenses”.

Para Riquelme, las experiencias de los pasados procesos exigen regresar a los principios básicos; a reforzar el trabajo en campo; a hacer uso de las nuevas tecnologías, pero, sobre todo, a resolver las necesidades de la ciudadanía. “Hoy, nuestro estado está unido, es más fuerte y está en marcha ascendente”.

Advirtió, también, que “la gente no espera de nosotros evasivas, tampoco quiere escucharnos repartir culpas, dijo, nos eligieron para entregar resultados y esperan lo mejor”.

E invitó a todas y todos a dejar de lado todo interés particular o de grupo, regionalismos y falsas alucinaciones porque “primero está la paz y el bienestar de Coahuila”.

En su reflexión indicó que este es un momento crucial para el presente y el futuro de Coahuila, pero que la militancia priista cuenta la responsabilidad ética, civil y política para conservar los logros que grandes esfuerzos y sacrificios nos han costado a muchas generaciones.

“En Coahuila somos herederos de la legalidad y de la democracia, Carranza y Madero son nuestros mejores ejemplos, espíritu que conservamos para mantener el equilibrio y el estado de derecho”.

“Respetamos las instituciones, las fortalecemos y garantizamos un futuro prometedor a quienes viven, invierten y se desarrollan en nuestra tierra. Eso es el PRI aquí en Coahuila”.

Al hablar de las cualidades de su partido, señaló que “es un PRI que ha conservado la unidad, ha fortalecido sus bases y ha sumado a todas las clases sociales, en este PRI todos caben, privilegiamos el consenso y el trabajo en equipo, está en todo el territorio, este PRI trabaja todos los días todo el año, no solo en los procesos electorales”.

De ahí “se deriva nuestra fortaleza, del trabajo de cada compañera, de la gestión de cada liderazgo, del trabajo de cada comité municipal y sus sectores de ahí se derivan los triunfos del PRI de Coahuila”.

Ese es el mensaje del gobernador de Coahuila, que marca, de alguna forma, el inicio de un proceso electoral intenso e interesante. Por mi parte, mi deseo es que en los ciudadanos se despierte el interés en participar en este proceso de vida que es la democracia, recordándoles que esta es considerada por nuestra Constitución no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.

José Vega Bautista

@Pepevegasicilia

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.