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Coahuila Panorama semanal 04-05-19

Mesa de Redacción

En su reciente visita a Coahuila, el presidente Andrés Manuel López Obrador comentó a los coahuilenses:  “Me da mucho gusto estar con ustedes. Siempre voy a estar visitando Monclova, voy a regresar. Y quiero aquí dejar constancia que uno de los gobernadores que más ha apoyado al gobierno federal ha sido el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme. Por eso tiene todo nuestro apoyo y todo nuestro respeto”. 

En su intervención, el Mandatario Estatal Riquelme Solís dio la bienvenida al Presidente del País, a quien le expresó el respaldo de Coahuila a los programas sociales que tiene su Gobierno en beneficio de la sociedad.

“Gracias, señor Presidente, por dar prioridad a los adultos mayores, a los jóvenes, a las madres solteras y, sobre todo, a las familias de los sectores vulnerables.

“Los Programas de Bienestar son para Coahuila la posibilidad de sumar voluntades y capacidades a favor de quienes más lo necesitan, y la oportunidad histórica de disminuir las desigualdades y abatir la pobreza y marginación. 

“Quiero decirle, Señor Presidente, que hace unos días formalizamos un convenio con las alcaldesas y alcaldes de los 38 municipios: ‘Vamos a Michas’, como decimos aquí en el norte. Este convenio está destinado a integrar recursos peso por peso entre el Estado y el Municipio en los programas y obras sociales, con nuestra firme decisión de trabajar de manera coordinada con el Gobierno de México”, dijo.

“Señor Presidente, en Coahuila hemos hecho nuestros los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo para avanzar en la construcción de una sociedad con bienestar, desarrollo sostenible, donde prive el Estado de Derecho, la libertad, la igualdad y el respeto a los derechos humanos.

“Para que ningún coahuilense viva en condiciones de pobreza extrema, asumimos el compromiso de coordinar nuestras acciones con el Gobierno de México, las alcaldesas y alcaldes de nuestro estado, a fin de focalizar los recursos y los programas en los sectores que más lo requieren”. Puntualizó el gobernador Riquelme. 

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que ante prácticas de competencia desleal y obstáculos que impusieron en Estados Unidos para la venta del acero mexicano, el Gobierno de México toma medidas a fin de impulsar esta industria y proteger a los trabajadores del acero.

El gobierno endurece la política contra los migrantes

Rubén Aguilar Valenzuela

El 10 de abril escribí en estas mismas páginas Migración: Discursos y realidades donde daba cuenta del cambio de la política migratoria del presidente López Obrador que no pudo resistir a la presión del presidente Trump, que amenaza con no apoyar la aprobación del T-MEC.

Todos los días se endurece la política del actual gobierno en contra de los migrantes y aumenta el número de las deportaciones sobre todo de los centroamericanos que son los más. En marzo el gobierno mexicano deportó a 12,746 y del 1 al 22 de abril 11,800. El número sigue creciendo.

El lunes 22 de abril un operativo sorpresa del INAMI y la Policía Federal detuvo a casi 400 centroamericanos que avanzaban del municipio de Mapastepec a Pijijiapan, Chiapas. Los agentes tomaron por la fuerza, en contra de su voluntad, a niños, mujeres y hombres y los subieron a diez autobuses que ya estaban en el sitio.

Las escenas de televisión y las fotografías en los periódicos de México y Estados Unidos son expresión incuestionable del cambio de la política. Una imagen dice más que mil palabras. La realidad se impone a los discursos.

En la comparecencia de la mañana del martes 23 de abril una periodista pregunta al presidente sobre la política migratoria y los sucesos de Chiapas. Y como siempre responde, contra toda evidencia, que la política migratoria no ha cambiado.

Ante la gravedad de los hechos y de las imágenes y también de la no respuesta del presidente, que parecía no estar enterado de lo que había ocurrido, salieron a dar conferencia de prensa el secretario de Relaciones Exteriores, la secretaria de Gobernación y el director del INAMI.

Acusaron a los migrantes de no dejarse aprehender y de arrojar piedras y palos a los agentes del INAMI y la Policía Federal e insistieron en que no hay ningún cambio en la política migratoria y que México solo hace que se respeten sus leyes en la materia.

En el tema migratorio la posición del presidente y sus funcionarios no solo es mentirosa sino cínica. El presidente y su gobierno tienen un doble discurso. Pregonan una cosa y hacen exactamente lo contrario de lo que dicen.

El presidente debería dar la cara y reconocer que la política migratoria que anunció y pregona no es posible. Que las presiones de Estados Unidos son insostenibles y que lo que está en juego obliga a su gobierno a la política de deportaciones masivas.

Lo que es inadmisible, es cuando se entra al campo del cinismo, es endurecer la política de deportaciones y decir que no pasa nada y que todo sigue igual. El presidente no puede y no debe seguir mintiendo. Lo que le toca es dar explicaciones y no engañar.

La imagen exacta de la verdadera política migratoria del presidente López Obrador es la del agente del INAMI jalando a una mujer con su niño en la carriola, para llevarlos presos a un autobús, de ahí a una estación migratoria y luego deportarlos a su país.

@RubenAguilar

Memoria de los desiertos

Salvador Hernández Vélez

Hace unos meses, en la iglesia de la Hacienda de Santa María, municipio de Ramos Arizpe, el equipo que coordinó los trabajos de remodelación del sitio me invitó a un coloquio sobre la Memoria de los Desiertos. Éste se realizó en las grutas de Xoxafi, en el poblado de Santiago de AnayaHidalgo. En él participaron investigadores, profesores y estudiantes de diversas universidades: Granada, Arizona, UNAM, Antonio Narro, Ciudad Juárez, Estado de Hidalgo, Zacatecas, San Luis Potosí, UANL, Sonora y, por supuesto, la Autónoma de Coahuila. Además de los institutos Tecnológicos de Pachuca y Durango. 

Empecé mi charla con la pregunta: ¿Dónde nació la primera civilización? Para ubicar la importancia de los desiertos y su impacto en el surgimiento y desarrollo de una civilización, me remito a Ikram Antaki. Ella nos dice: “Mesopotamia significa ‘tierra entre dos ríos’”; ahí se dio el principio de la aventura civilizatoria, desde los inicios de la agricultura, la domesticación de los animales, las construcciones con material duro, los principios del Estado, de la ley, de la religión, de la escritura, del alfabeto, de la literatura, de los monoteísmos. Ahí se inventó la agricultura, el arado y la ganadería, porque la tierra para producir tenía que ser forzada. De ello concluye que la primera condición de la civilización es una geografía difícil. Pero, aclara, no demasiado difícil, ni extremadamente dura. La civilización no se dio ni en el Sahara, ni en el Polo Norte. Tampoco en el Amazonas. Y la segunda condición es la templanza: la medianía entre dos exageraciones es virtud.

El lugar “entre dos ríos” es también de esos espacios modestos: un mar casero que se podía atravesar como un gran lago. Las cadenas montañosas y las superficies tampoco eran demasiado pretenciosas. La tierra tiene que ser pequeña para que el hombre sea grande. Si la tierra es demasiado grande, no dejará mucha oportunidad a sus hijos. La tercera condición es, pues, la modestia de la geografía.

En este espacio de tamaños modestos se formó la primera escritura mnemotécnica, que fue obra de los asirios. En conclusión, podemos decir que le debemos mucho a las zonas áridas. Las que para ser productivas requieren del esfuerzo y la templanza del ser humano.

Siento una gran atracción por el desierto y todo lo que en él vive y pervive. Paso largo tiempo en él, y cada vez lo percibo diferente. Siempre que me desplazo a cualquier lugar me gusta ver la transformación de los paisajes en cada época del año. Las albardas, conocidas también como ocotillos, durante su hibernación parecen sin vida, son unos palos espinosos y secos. A los pocos meses se colorean de verde, y en plena primavera tienen unas coronas rojas que animan su entorno.

En la medida en que cada día somos más desierto, la frase “vencimos el desierto” es falsa. Al desierto no se le vence, se aprende a vivir en él. ¿Qué nos proporcionan las zonas áridas? Un ejemplo es el Área de Protección de Flora y Fauna (APFF) de Cuatro Ciénegas, en ella existen mil 247 especies animales y plantas, de las cuales 16 están en peligro de extinción, 39 amenazadas, 34 bajo protección especial (Souza et al. 2006, Lobo 2009) y más de 80 son endémicas. Los manantiales de Cuatro Ciénegas son pobres en fósforo y nitrógeno, lo que no permite el desarrollo de algas, y ello ha contribuido a mantener intacto un ecosistema primitivo, donde la base de la pirámide alimentaria parece estar formada por estromatolitos vivos (organismos cuya existencia se calcula en tres millones de años), responsables del inicio de la acumulación de oxígeno en el planeta.

Según el doctor W. L. Minckley, científico norteamericano ya fallecido, en este valle se reúne más diversidad acuática que en todos los desiertos de América juntos. Este estudioso sostiene que existen más de mil especies diferentes de seres vivos. De esas, al menos 56 son endémicas: 23 tipos de plantas, nueve de caracoles, tres de tortugas y otras más de ranas, culebras, escorpiones y camarones.

He caminado por algunas partes del desierto de Coahuila, aprovecho cualquier oportunidad para dar a conocer e insistir, hasta convencer, de la gran riqueza humana y la diversa flora y fauna que existe en estas zonas áridas de nuestro País. Anhelo poder entusiasmar a quienes les compartí mi charla sobre el potencial que se encuentra escondido en la mayor parte de nuestro territorio árido y que está a nuestro alcance.

@SalvadorHV 
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Aquí en confianza: Coahuila y la defensoría pública

Iván Garza García

Una vez completados los rituales propios de la época y ante la inmisericorde ola de violencia que ha inundado a ciertas regiones del país, misma que – según parece - pretende combatirse a través de discursos y buenos deseos, siempre será recomendable – para variar - traer a cuenta buenas noticias.

Se dice que hace más de dos mil años, precisamente por estas fechas, un hombre fue sujeto a juicio por delitos religiosos y políticos. El procedimiento de marras supuso un sonado conflicto competencial; a partir de su prendimiento, el inculpado fue sometido a diversas jurisdicciones, mientras que las autoridades a quienes correspondió conocer del asunto evitaban emitir su resolución. De Anás a Califás; de Heródes a Pilatos. Finalmente, fue este último, quien para responsabilizar al pueblo por la decisión adoptada y así “lavarse las manos”, preguntó a la multitud a cual reo debía otorgar su perdón (como era la costumbre en la época de Pascua), al tiempo que la plebe se inclinó por Barrabás. Lo que siguió fue la sentencia anunciada: al acusado se le encontró culpable de las faltas que se le imputaron y fue condenado a muerte por crucifixión. El evangelio nada dice sobre la defensa de Jesús en aquel juicio que lo llevó al fin de su vida terrenal. Alguna vez un buen amigo (seguramente influenciado por el Dios Bacco, como suele ocurrir en los asuetos de Semana Santa) preguntó un tanto desorientado: “¿Qué hubiera sido del Nazareno de haber contado con una defensa adecuada?”. El cuestionamiento produjo un acalorado debate sin que de el se haya obtenido conclusión alguna. En realidad, la respuesta a tal pregunta nunca la sabremos; sin embargo, ante las relatadas circunstancias, bien vale la pena destacar el esfuerzo de quienes han desempeñado y actualmente ejercen la noble tarea de asesorar, defender, proteger y representar a quienes requieren asistencia legal, pero que – debido a su condición económica - se encuentran limitados para acceder a los servicios de un abogado o abogada particular.

En México, la defensa pública tiene sus antecedentes en la llamada Procuraduría de los Pobres, impulsada por el abogado liberal Ponciano Arriaga. Siendo diputado Local, el potosino confeccionó una ley con el fin de crear una institución destinada a defender a las clases sociales más vulnerables frente a los abusos y agravios de que eran objeto por parte de los poderosos. Más tarde, perseguido por Antonio López de Santa Ana, Arriaga es exiliado a Nueva Orleans. Al triunfo de la Revolución de Ayutla, quien fuera Ministro de Justicia en la administración de Mariano Arista, regresó a México y, gracias a su labor como presidente del Congreso Constituyente, es reconocido – hasta la fecha - como el padre de la Constitución de 1857. Así, el documento constitucional recogió, para el beneficio de todo el país, el precedente de lo que hoy se conoce como defensorías de oficio.

En este pedazo de México llamado Coahuila, la actuación de las y los defensores es motivo de orgullo. Varios botones sirven de muestra. Tan solo el año pasado, el Instituto Estatal de la Defensoría Publica atendió a casi 153 mil usuarios en forma totalmente gratuita. Por su parte, las y los abogados de oficio en Coahuila intervienen en el ochenta por ciento del total de los asuntos que se tramitan en materia penal; es decir, de los 12 mil 323 juicios penales registrados en la entidad en el año 2018, las y los defensores públicos tuvieron la responsabilidad de atender casi 10 mil procedimientos y a poco más de 27 mil personas. Actualmente, la referida unidad cuenta con ocho oficinas distribuidas en cada uno de los distritos judiciales del estado y, en ellas, se desempeñan abogados y abogadas que son auxiliados en sus labores por profesionales en las áreas de psicología y trabajo social.

Como si esto fuera poco, en cumplimiento de los objetivos trazados en el Plan Integral de Desarrollo y Fortalecimiento del Poder Judicial 2016-2020, hace unos días fueron inauguradas las nuevas oficinas de la Unidad de Defensa Penal del referido instituto y se arrancó el programa Defensoría Móvil, a través del cual, los servicios de asesoría, defensa y representación, serán acercados a colonias y comunidades donde se tenga detectada una mayor necesidad. Bien por ésta institución coahuilense que - a decir de no pocos – es ya considerada un referente nacional en la materia.

Quien con visión promovió la creación de las defensorías de oficio, Ponciano Arriaga, escribió: “Algún día llegaran al poder hombres de honor, de moralidad y de conciencia; algún día serán cumplidas las promesas y respetados los juramentos; algún día las ideas serán hechos y la Constitución una verdad”. Ahí se los dejo para la reflexión.