A finales del siglo XIX y principios del XX, México estaba bajo el régimen dictatorial de Porfirio Díaz, quien gobernó intermitentemente desde 1876 hasta 1911. Aunque su gobierno inició con promesas de estabilidad y modernización, rápidamente se convirtió en un escenario de represión política, fraude electoral y concentración del poder.
Porfirio Díaz se mantenía en el poder mediante una serie de manipulaciones electorales y constitucionales que le permitían reelegirse continuamente.
En ese ambiente político, Francisco I. Madero, un empresario y político originario de Coahuila, emergió como una figura de oposición a Díaz.
Influenciado por el ideario liberal y democrático de su familia, Madero creía firmemente en la necesidad de elecciones libres y en la importancia de limitar la duración en el poder de los gobernantes para evitar la tiranía.
En 1908, Madero publicó su libro “La sucesión presidencial en 1910″, en el cual argumentaba en favor de la democracia y denunciaba la perpetuación de Díaz en la presidencia.
La consigna “Sufragio efectivo, no reelección” encapsula dos principios fundamentales de la campaña de Madero. Por un lado, el “sufragio efectivo” exigía que los votos emitidos en las elecciones fueran genuinos y reflejaran verdaderamente la voluntad del pueblo. En contraste con el sufragio manipulado y fraudulento que había prevalecido bajo el régimen de Díaz.
Por otro lado, “no reelección” insistía en la necesidad de evitar que un individuo permaneciera indefinidamente en el poder, promoviendo así la alternancia democrática. (infobae.com)
El historiador Friedrich Katz, profundo conocedor de la revolución, señala que Madero se convirtió en una figura nacional cuando publicó su libro sobre el tema de la sucesión presidencial.
En ese libro, señala Katz, Madero afirma que los problemas fundamentales de México eran el absolutismo y el poder irrestricto de un hombre. Y que solo la introducción de la democracia parlamentaria, un sistema de elecciones libres y la independencia de la prensa y los tribunales podrían transformar a México en un Estado democrático moderno. (academia.edu)