El sistema democrático no se basa sólo en un marco jurídico, en normas y procedimientos reglados, sino que requiere de hábitos y modos de actuar por parte del gobierno. El pluralismo, y la diversidad; el diálogo y la tolerancia; el respeto institucional y la cohesión social deben ser también la base de un desarrollo armónico de un país y una sociedad democrática.
Sin llegar a ser alarmistas, vale la pena, bajo esa óptica, revisar el diario acontecer de nuestro país, y cotejar los hechos con esas premisas de vida democrática.
Para tal efecto enumero aquí algo de lo que hemos vivido en estos días: En primer lugar, los Gobiernos de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Chihuahua, Jalisco, Michoacán, Colima, Guanajuato y Aguascalientes, quienes integran la Alianza Federalista, resolvieron de manera unánime poner fin a su participación en la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO).
Estos 10 estados representan el 31 por ciento de la población del país, con 39 millones 192 mil 600 habitantes, con una Inversión Extranjera Directa valuada de 3 mil 084 millones de dólares, que significa el 40 por ciento del país, al cierre del segundo trimestre del presente año.
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