Back to Top

contacto@nuestrarevista.com.mx

headerfacebook headertwitter
 

Otros vuelos

Héctor A. Gil Müller

En enero de este año, el ejército mexicano adquirió la empresa Mexicana de Aviación, con sus marcas y activos que aún conservaba. Acordó un precio de 811 millones de pesos, aunque la última cotización se estimaba en 1 mil 500 millones de pesos. Una gran parte de ese dinero se repartirá entre los sindicatos que aun protestaban por el incumplimiento de sus prestaciones tras la quiebra de la empresa. Nuevamente el ejército salva de un conflicto que lo civil no pudo resolver. Con esta adquisición, el ejército se brinca la legislación que prohíbe a los grupos aeroportuarios contar con su propia línea área.

Por cierto, en México existen 76 aeropuertos registrados. 16 bases áreas militares y según datos de la CIA, México cuenta con 1714 pistas aéreas, visibles desde el cielo, de ellas solamente 243 se encuentran pavimentadas.

En abril del año pasado el presidente presentó al congreso del país la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano. La iniciativa ya ha sido aprobada por la Cámara de Diputados y turnada a la Cámara de Senadores. Su objetivo es establecer y regular las medidas, acciones y procedimientos para preservar la seguridad, independencia y soberanía plena del espacio aéreo. Establece que la Secretaría de la Defensa Nacional coordinará la participación de las autoridades correspondientes que coadyuvan a la vigilancia y protección del cielo mexicano.

El proyecto señala que el Consejo Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo será la instancia superior responsable de emitir las políticas de coordinación e intercambio de información entre las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal para garantizar la protección bajo los principios de legalidad y certeza jurídica.

Entonces ¿quién cuidaba antes nuestro espacio aéreo?, después de suponer que era el chapulín colorado y otros valedores, ahora por ley el Ejército coordinará los trabajos de la aviación civil. En 2016 se reveló que el cartel de Sinaloa se le había incautado 599 aeronaves y 4 mil 771 pistas clandestinas, en aquel entonces la aerolínea más grande del país, de manera legal, contaba con 127 aviones. Por lo que el cartel era la empresa aeronáutica más grande de México.

Tras la aprobación de la nueva ley, se crean tres organismos nuevos en materia de vigilancia y protección del espacio aéreo. Las instancias participantes de esos organismos serán las secretarías de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes; Marina (por aquello seguramente que el mar no es suficiente); Hacienda y Crédito Público y Defensa Nacional.  El Ejército mexicano coordinará la participación de todas las dependencias.

Según la aclaración de la iniciativa, que presentó el Secretario de Gobernación Adán Augusto López, se busca “cubrir el vacío jurídico que subsiste en el México para resguardar de manera adecuada el espacio aéreo mexicano como parte del territorio nacional, generando organismos de coordinación interinstitucional”.

La paremiología, ciencia de los dichos y los refranes enseña: “Tan alta te crees plata, que hasta el oro disminuyes, más altas están las nubes y el viento las desbarata”. Una nueva categoría que se suman los militares. Y eso que apenas vamos en la primera estrofa de nuestro himno nacional, apenas estamos haciendo que en cada hijo haya un soldado, el retorno a lo civil será difícil. Aún siguen muchas estrofas más. 

Apodos

Héctor A. Gil Müller

El juicio de Genaro García Luna en la corte de Brooklyn ha mantenido los reflectores de todo el país, aunque el juicio sanciona los posibles delitos cometidos contra la Unión Americana, México lo ha visto como un cumplimiento de campaña y acto de justicia. Lo aprovechó el Presidente, el Canciller Mexicano y muchos otros. Allá han participado decenas de testigos, muchos bajo condena y que se acogen a los beneficios de ser testigos. Y empezaron el salpicadero a otros políticos.

Edgar Veytia fue fiscal en Nayarit y detenido en 2017 en EUA acusado de conspiración, distribución y fabricación de drogas. En 2019 fue condenado, por el mismo tribunal federal de Brooklyn, a 20 años de prisión. Tras su testimonio involucró al exgobernador de Nayarit Roberto Sandoval de pactar con diversos cárteles. “El Diablo”, nombre con el que apodan a Veytia y que bien pudiera haber advertido que no tenía la vocación de nana infantil, fue responsable del periodo más crítico en seguridad nayarita, miles de desaparecidos y una violencia que lastimó a todo el estado. El exgobernador Sandoval publicó en redes sociales que el dicho del diablo no es veraz. También involucró al expresidente Felipe Calderón de pactar con el cártel de Sinaloa y nos hizo pensar que la llamada “guerra contra el narco” fue una estrategia para afianzar el poder de ciertos carteles.

Declaró Javier Villarreal, exsecretario de finanzas de Coahuila y quien se encuentra bajo libertad condicional desde 2017. Villarreal afirmó que García Luna pagaba 25 millones en sobornos al periódico universal y salpicó a su jefe el exgobernador Humberto Moreira quien fue expulsado del PRI en el 2017. El Universal entre sus páginas desestimó las declaraciones afirmando que incluso ellos han revelado, y por ello ganaron un premio, los sobornos entre el gobierno y Televisa, por lo que, de existir algún soborno a sus filas ellos serían los primeros en publicitarlos. Humberto Moreira lanzó un comunicado en el que, palabras más palabras menos, afirma que los dichos del Sr. Villarreal son falsos, el actuó por su cuenta y por andar de confiado no supo lo que pasaba.

Lo cierto, y de ello estoy seguro, que la función pública debe tener alguna vinculación con la alquimia y descubren el secreto para hacer rendir el salario y vivir en la opulencia al dejar el cargo. No puede ser resultado de la corrupción sino solamente de la bendita administración de los pocos centavos que se multiplican trayendo placeres a quienes desde la trinchera de sus redes se defienden de lo dicho.

El propio Presidente López Obrador, que empezó a darle fama al caso, seguramente ya se preocupó de todo lo que salga. Y después de responsabilizar a la justicia americana de que haga justicia para todo el pueblo, exclamó en una de sus mañaneras que debemos tomar con cautela el juicio, pero la tal cautela nunca se presentó y andan como reguero de pólvora los dichos de allá.

Capaz en una de esas, si seguimos de metiches, nos damos cuenta que hubo malos manejos. Y que “el diablo” no era buena persona. Genaro García Luna era apodado “el tartamudo” y “la metralleta” para aparecer en las listas de pago de diversos cárteles. También se le dijo, en su infancia “el chango” y “el diablo azul”. ¿cómo podemos dudar de alguien así? Cuando los nombres faltan y la vergüenza los esconde los apodos dan indicios, pero bueno, habrá que acordarnos: “yo te conocí cerezo, por eso ni me inclino ni te rezo…”

Hipotecas emocionales

Héctor A. Gil Müller

Según la usanza arraigada en nuestra cultura, toda lápida o urna mortuoria incluye un par de fechas. Entre la fecha de nacimiento, que no fue pedida y la fecha de muerte que no fue querida, está un breve y minúsculo guion. Ahí, en ese guion, se encierran todas las aventuras y desventuras de la vida. En ese guion están los éxitos y los fracasos, las pertenencias y los desprendimientos. Todas las deudas y créditos. Tiempos en los que fuimos deudores y tiempos en los que fuimos acreedores. Pareciera insignificante, pero así es de objetiva la vida. Al final solo cuenta el balance. La vida no son minutos son momentos y vivir con la pesada losa de otro tiempo que no es el de ese guion es innecesario. No podemos ser presas ni del pasado, ni del futuro. Andar con otro tiempo a cuestas es perder.

Una hipoteca es el derecho que grava bienes inmuebles para garantizar el cumplimiento de una obligación o el pago de una deuda. Resulta la palanca más utilizada para hacerse de una vivienda. Como todo crédito pueden ser un duro lastre o una oportunidad de crecimiento. Las hipotecas en México, al 2021 suman 1,210,000 créditos. La cartera vencida de estos créditos para la banca comercial apenas representa un 3.5% del total mientras que el INFONAVIT tiene un 17.4%. En el 2022, en plena pandemia, se autorizaron 472 mil millones en créditos hipotecarios. Esa cifra se dividió con un 57% de créditos a cargo de la banca comercial, 35% por INFONAVIT y 8% por FOVISSSTE. El crecimiento en el uso de créditos hipotecarios ha sido significativo, al último año se ha registrado un incremento en un 34%.


Pero hay hipotecas aún más pesadas. Aquellas que se otorgan en el banco de la vida y no implica recursos materiales, sino emocionales. Las vivimos sintiendo y pensando que alguien nos debe el honor no recibido, el cariño no expresado o el futuro no entregado. Cuando la política se hipoteca y no solo para obtener concesiones o favores. Sino para pervertir emociones la consecuencia es una dura carga. No hay paz ni mucho menos libertad. Los compromisos se sellan, pero son deudas que deben pagarse. Abandonemos la hipoteca emocional en la que solo entregan emociones en la campaña. Ya sé cómo quiero el futuro. Dime cómo lo vamos a lograr.

El crédito es bueno cuando apalanca, no lo es cuando apresa. Cuando las deudas emocionales honran son buenas, pero cuando encarcelan debilitan. No siempre necesitamos lo mismo que usamos para salir de algo para conquistar nuevamente. La vida es cambio, y la política también da testimonio de ello.

Hipotecar las emociones es depender de una emoción, la esperanza que mientras no tenga una estrategia solo es un nubiloso y muy deseado sueño. Soltar las hipotecas emocionales significa dejar de ser rehenes de una promesa que lejos de perseguir un futuro solo manipula una emoción. El discurso político parece centrarse en lo queremos del futuro, y nunca en la estrategia, que resulta dolorosa y también significativamente retadora. Las promesas son deudas. Y deudas emocionales si lo que se promete es solamente una emoción.

Las canicas

Héctor A. Gil Müller

Pocos juegos resultan tan icónicos que las canicas, para revelar un tiempo que quizá ya ha pasado. Sabemos que el juego aparece en la época egipcia y romana. Durante la época colonial llegó al país. En 1991 en una exploración a una casona del siglo XVIII en el centro de la Ciudad de México, encontraron entre sus drenajes una buena cantidad de esferas de piedra, vidrio y barro. Eran canicas. Su nombre proviene del alemán knicher (bola con la que juegan los niños), canicas, bolitas, cuirias, cuicas, pichas o macalotas organizaban torneos que mostraban habilidades en cualquier espacio, entre tierra o en pasto las canicas se convertían en el material a conciencia de una guerra con un claro objetivo, las canicas del otro. Las canicas están en nuestra cultura. Le decimos a quien abandona la situación como aquel que “tomó sus canicas y se marchó”.  Entre la cordura y la locura afirmamos que “se le botó la canica” en referencia al dicho americano “lost his marbles” quien no solo perdió las canicas sino con ello su razón. (Que si no son importantes las canicas).

Genaro García Luna enfrenta un juicio en la corte de Brooklyn en la ciudad de Nueva York. La causa, las afectaciones a los Estados Unidos de América por el ex funcionario federal que fue incriminado durante el caso de Joaquín “el chapo” Guzmán, por recibir sobornos del cartel de Sinaloa. A más de 10 años de dejar su cargo como secretario de seguridad el artífice y arquitecto de la guerra contra el narcotráfico amasó una gran fortuna. El gobierno americano ha revelado una serie de triangulaciones que realizó para convertirse en una de las personas más poderosas de la política y también del hampa en el país. Fue el primer titular de la Agencia Federal de Investigación y orquestó el famoso caso de Florence Cassez. García Luna fue condecorado por la DEA, CIA y FBI. Ahora es el número 59745-117 en el centro de detención metropolitano NDC en Brooklyn Nueva York, enfrenta cargos por sobornos, conspiración para traficar cocaína a EUA y falsedad de declaraciones al gobierno americano. Mientras el caso se desarrolla allá, en México comienzan a sacar sus canicas para participar en este juego acá.

Mientras eso ocurre, en México aprovechamos la brecha y si no tenemos casos relevantes en nuestro país, busquemos dar un tiro de canicas aprovechando lo que EUA ya inició. Lamentablemente estamos pensando que el juicio en Estados Unidos habrá de traer justicia en la impunidad que disfrutó en México, allá solo se enjuicia por los cargos de aquel país y aunque su condena puede estar entre 20 años de prisión o perpetua, podrá auto declararse culpable y ser considerado como testigo protegido. 

México ha empezado a fraguar un juicio contra él, si logra deportarle; el expediente incluye acusaciones como, mal uso de funciones y abusos en el tiempo que García Luna no solamente fue funcionario público sino también consultor privado contratado por diversos políticos en el poder. 

Las canicas siempre ruedan, no pasa nada si al final te enojas, las recoges y te vas, Debemos empezar a tener y provocar nuestros propios juegos, porque nos ganan las canicas y más si solo hablamos de los juegos de otros. Si no fortalecemos nuestras instituciones nos quedaremos mirando, y mientras otros hacen justicia nosotros seguimos igual, buscando mientras el grito se oye fuerte; justicia, justicia. 

Civilización

Héctor A. Gil Müller

Un buen dicho; “siempre es más fácil entrar que salir”, el dicho no es menor exhibe una sencilla pero cierta realidad. La esencia de la civilización está en lo civil. Cuando somos capaces de construir desde lo civil las herramientas necesarias para nuestro propio desarrollo. Desde el sexenio Calderonista el ejército mexicano ha ido aumentado sus funciones, atendiendo primeramente necesidades de seguridad y hoy día atendiendo necesidades de disciplina. El ejército se ha convertido en un actor de cualquier situación que requiere disciplina para su operación. Todo requiere disciplina, pues es el antecedente del éxito.

Una de las dos instancias habrá de disminuirse. Ya sea el ejército o lo civil, son tantos los frentes abiertos y es tan poca la capacidad técnica. México necesita seguridad y disciplina, es innegable, pero ni la seguridad ni la disciplina nos darán el mérito buscado. Es necesaria dirección, intención, prevención y construcción.

Se nos ha dicho, en reiteradas ocasiones, que debemos leer para ser gente de éxito. Según el Módulo de Lectura del INEGI, instrumento que mide el comportamiento lector en el país, de 2016 al 2022 el país ha disminuido en la población lectora, paradójicamente duramente los años 2020 y 2021 leímos menos libros en promedio que en 2016, esto extrañamente se explica que durante el tiempo que estábamos encerrados en casa sin la posibilidad de salir lo que menos hicimos fue leer en casa. Por cierto, hoy se leen 3.9 libros por año. En 6 años aumentamos 0.1 partes de libro. Hoy sabemos que el 91% de la gente lee el libro en casa, mientras que el periódico, el 25% lo lee en la oficina o centro de trabajo.

La culpa es las letras, y no solo aquellos injustamente tratados títulos de crédito llamadas letras de cambio, instrumento del abonero para aterrar a los vecinos de cualquier sector hace varias décadas. Sino la letra y su particular tratamiento de literalidad. Así como alguien se tomó muy literal que “ahora” con cariño es “ahorita” construyendo un difuso tiempo que es tanto pasado, como presente y futuro.

El mismo mundo que consume bebidas con saborizante de limón y usa jabones con auténtico jugo de limón, el mundo que pone en las justas de paz, las olimpiadas, competencias de esgrima y lucha grecorromana. Pero nosotros llegaríamos más lejos. Enarbolamos como pilar republicano a Juárez que nunca compitió en una elección. Sufrimos 6 magnicidios presidenciales para percatarnos que era mala idea designar de vicepresidente al perdedor de las elecciones federales.

Cosa rara, aunque leamos poco nos tomamos a pie de letra todo. En la militarización a algún particular se le ocurrió tomar literalmente lo que hemos cantado siempre: “que la patria un soldado en cada hijo te dio”, acto seguido parece que toda acción debe ser entregada a un soldado. ¿cuánto nos costará volver y entender que antes de soldado hijo? Hoy el ejército administra las aduanas, vela las carreteras, distribuye vacunas, construye aeropuertos, trenes y refinerías, resguarda y previene accidentes fuera de lo normal en el metro en la Ciudad de México y continua una guerra nacional contra todo aquello que es inseguro.

La militarización nos pasará la factura cuando a alguien civil intente civilizar y suponer que contamos con la madurez suficiente como para hacer frente a la tarea encomendada

Página 14 de 29